Las 3 mayores tendencias (y retos) del futuro en el sector energético
Cuando se piensa en ello, el término «combustibles fósiles» es especialmente adecuado porque nuestras formas tradicionales de generar energía fueron diseñadas para el mundo del pasado. En algunas partes del mundo, nuestra dependencia de estos combustibles fósiles se ha prolongado mucho más de lo debido. Es por eso que la transformación del sector energético es uno de los retos más importantes a los que nos enfrentamos hoy en día. En este artículo, encontramos tres grandes tendencias que prometen reformar nuestra forma de producir energía.
Tendencia 1: Descarbonización
Esta tendencia se refiere a la transición hacia un mundo limpio y libre de carbono, en gran medida mediante el aumento de nuestro uso de energías renovables y el incremento de las primas al uso de combustibles fósiles. La electrificación se suele pregonar como una forma importante de descarbonizar la energía (cambiar a coches eléctricos, por ejemplo). Para que la electricidad quede libre de emisiones, debemos avanzar hacia soluciones de energía renovable como la eólica, la solar y los biocombustibles. Sólo con esto se podrían eliminar hasta 7 millones de muertes al año por contaminación atmosférica y frenar (o invertir) los efectos del calentamiento global.
Tendencia 2: Descentralización
Esta tendencia consiste en la transición de nuestro sistema actual de redes energéticas altamente centralizadas gestionadas por proveedores de energía monopolísticos, hacia sistemas de producción de energía distribuida. En otras palabras, gracias a una combinación de energías renovables y «microrredes» localizadas, los consumidores pueden generar su propia electricidad para sus propias necesidades. Si tienes paneles solares en el tejado, ya estarás familiarizado con esta idea. Pero, lo que es más importante, los sistemas de energía descentralizada pueden ampliarse mucho más, dando servicio a cualquier cosa, desde un solo edificio hasta un conjunto de viviendas, o incluso una ciudad entera. Esto es interesante porque significa que los consumidores individuales, las organizaciones y las autoridades locales pueden hacerse cargo de su propia cartera de energía.
Tendencia 3: Digitalización
La digitalización tiene que ver con el uso de máquinas, dispositivos y tecnología digitales para optimizar la producción, la infraestructura y el uso de la energía. Hoy en día todo es «inteligente», desde las aspiradoras inteligentes hasta las cafeteras inteligentes, así que ¿por qué no las redes energéticas inteligentes?
Esta tendencia está ligada a las dos anteriores. La creciente variedad de fuentes de energía con cero emisiones de carbono hará que nuestras redes energéticas sean más complejas. Y las redes descentralizadas necesitarán soluciones inteligentes para controlar y gestionar la fluctuación de la demanda. Las herramientas digitales nos ayudarán a superar estos retos y a realizar los cambios tan necesarios en el sector energético.