Tips para hacer de tu hogar un lugar más ecológico
Cada vez somos más conscientes con DICEL de la necesidad de ser respetuosos con el medio ambiente, y hoy en día muchos de nosotros hacemos lo básico, como reciclar la basura, sin pensar demasiado en ello. Sin embargo, desde una perspectiva más amplia, hay muchas maneras -algunas grandes, otras pequeñas- de ayudarnos a ser más conscientes de nuestro entorno doméstico y a fomentar un modo de vida más sostenible.
1. Elija marcos de madera
Aunque el doble acristalamiento es una gran ayuda para ahorrar energía, los marcos de PVC que suelen ir asociados a este tipo de ventanas pueden ser muy contaminantes, ya que emiten compuestos que pueden ser tóxicos. Es más respetuoso con el medio ambiente optar por marcos de madera que, si se cuidan adecuadamente, pueden ser igual de duraderos y resistentes.
2. Piensa en verde cuando limpies
Todos tenemos nuestros detergentes y productos de limpieza favoritos que hemos utilizado durante años sin pensar en el daño que pueden hacer al medio ambiente. Una vez que se tiran por el desagüe, van a parar al suministro de agua, y a menudo se necesita mucha más energía y trabajo para purificar el agua de nuevo en las plantas de tratamiento.
Hay algunos cambios sencillos que puedes hacer. El bicarbonato sódico, el zumo de limón o el vinagre pueden sustituir a la lejía y el detergente para eliminar las bacterias y dejar la casa libre de grasa y olores. Pasarse a los limpiadores de vapor como forma de desinfectar y matar gérmenes es otra forma ecológica de mantener limpios los hogares: no se necesitan productos de limpieza en absoluto, ¡excepto agua!
3. Compostar los restos de comida
Convierte en compost los restos de comida y de cocina. Puedes comprar un cubo de compostaje muy barato en muchas tiendas de cadena. Tira en ellos los restos de comida o los alimentos viejos y déjalos ahí. Con el tiempo se convertirá en compost útil que se puede utilizar en el jardín.
4. Sé un chef inteligente
Piensa en los electrodomésticos que utilizas y en cómo los usas. Por ejemplo, si tienes el horno encendido para preparar la cena y no paras de abrirlo y cerrarlo para comprobar la comida, es increíble la cantidad de calor que dejas escapar y el tiempo que tarda en volver a alcanzar la temperatura óptima de cocción. Algunas personas invierten en hornos halógenos para cocinar. No necesitan precalentamiento, pueden cocinar los alimentos en una cuarta parte del tiempo y no desprenden demasiado calor innecesario.
5. Compra muebles reciclados
No vayas a una tienda de muebles de grandes marcas a comprar lo último y lo más nuevo. Cada vez salen al mercado más muebles de madera reciclada, o de otros materiales, que pueden ser más ecológicos que comprar nuevos. Sigues comprando un producto nuevo, pero fabricado con esmero a partir de materiales que, de otro modo, habrían ido a parar a un vertedero o se habrían tirado a la basura.
Para continuar con el tema, busca en sitios de subastas o en casas de subastas los muebles más grandes que necesites comprar. A menudo, los muebles más antiguos pueden dar muchos años más de uso a una familia y, a veces, sólo necesitan un poco de mantenimiento.
Además, es mucho más divertido buscar antigüedades que recorrer unos grandes almacenes.