Importancia y desafíos de la Transición Energética

calendar_today 11 de octubre de 2021
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A nivel mundial los sectores energéticos se están enfrentando a un gran reto, una transición energética en medio de la reducción continuada de las emisiones de CO2.

Por primera vez, se busca que al final de la transición, la producción y transformación de la energía, así como su transporte y transmisión, distribución y consumo se realice con nuevas tecnologías mejorando la eficiencia energética.

La transformación energética busca el desarrollo de un mercado de calidad para la energía, el aumento continuo del uso de fuentes de energía renovables, la mejora de la gestión de la energía, el progreso tecnológico continuo y la mejora continua de la educación y la concienciación de los ciudadanos y de la economía con ejemplos de buenas prácticas.

Transición para la eficiencia energética

El objetivo último de la transición energética es la eficiencia, es decir, reducir la necesidad de energía para así mismo disminuir la producción y emisión de CO2 a la atmósfera.

Esto requiere la transformación de toda la cadena, desde la producción hasta el consumo, lo que se traduce en diversas medidas.

La mayoría de los edificios construidos antes de 1990 requerirán una revisión importante en términos de eficiencia energética, así como de aislamiento. Los construidos después de 1990 requerirán una revisión parcial, mientras que la alta eficiencia energética en los edificios nuevos puede lograrse mediante normas de construcción prescritas por la ley.

Pruebas de fuentes de energía renovables para la transformación energética

Previo al periodo de transición energética que vivimos actualmente, las energías renovables alcanzaron un gran desarrollo tecnológico. La energía eólica y solar, junto a las centrales hidroeléctricas se consolidaron la base del futuro energético.

Durante ese periodo se probaron diferentes fuentes alternativas de energía. El mayor número de pruebas se hicieron en el sector biológico, pero la primera generación de biocombustible fue un fracaso desde el puto de vista energético y estratégico ya que la energía necesaria para la producción de los biocombustibles de primera generación era casi igual a la cantidad de energía que se obtenía.

En cuanto a las centrales térmicas de biomasa empezaron como proyectos energéticos autónomos y la energía se produce principalmente para el autoconsumo ya que se tienen dudas acerca de su viabilidad a largo plazo.

La energía geotérmica, por su parte, es una fuente que requiere importantes inversiones en investigación, lo que desanima a los inversores y requiere de medidas políticas para su explotación.

Gestión de la energía en la transición energética

El término gestión de la energía es más amplio que el de eficiencia energética: incluye la eficiencia energética y se refiere a la gestión de los costes de la energía por parte de cada actor en la cadena tecnológica, desde la producción hasta el transporte, la transmisión, y el consumo.

En el futuro se esperan cambios tecnológicos y de estructura claves para la gestión de la energía como son el establecimiento de una red con contadores inteligentes y un proyecto de consumo energético que permitirá el aumento de la eficiencia y la reducción de los precios.

Así mismo, se prevén avances tecnológicos para garantizar el equilibrio del sistema y la sustitución de la producción cuando no hay producción de fuentes renovables o cuando ésta es mínima, por ejemplo: Redes eléctricas de países vecinos que den respaldo a la red nacional, instalaciones de almacenamiento de energía, centrales eléctricas de gas con tecnología de captura y almacenamiento de carbono, etc.

 Educación y transición energética

Los cambios en el sector energético exigen cambios en el sistema educativo. La nueva energía eliminará la frontera entre el sector energético y los consumidores ya que la producción energética tendrá lugar a nivel de consumidor por lo que es necesaria su educación en materia energética.

Además, la digitalización de la energía creará posibilidades mucho mayores para la gestión de la producción y el consumo de energía y permitirá que más ciudadanos/consumidores opten por la producción propia de energía.

Colombia es uno de los países en América Latina con mayor avance en transición energética

Colombia ocupó el puesto 25 en el Índice de Transición Energética del Foro Económico Mundial 2020, subiendo 9 posiciones y superando a países como Chile o Costa Rica. Y es que en Colombia el 70% del consumo eléctrico procede de fuentes hídricas, un 12,3% de termoeléctricas que funcionan con gas natural, un 9,3% de térmicas a carbón, el 7,8% a partir de combustibles como la gasolina y un 1% de fuentes renovables no convencionales como la solar y la eólica *(1).

En Colombia, departamentos como el Meta, Tolima, Valle del Cauca, y a lo largo de la región Caribe, particularmente en La Guajira, se han desarrollado proyectos de energías renovables.

Para el 2022 el país pretende pasar de una participación del 1% de energías renovables a un 12%. Y para el 2030 se prevé reducir la emisión de gases de efecto invernadero del 20% al 51%. *(1)

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